Los síntomas de un trastorno temporomandibular incluyen dolor de cabeza, sensibilidad a la presión de los músculos masticatorios y chasquido o bloqueo de las articulaciones. A veces el dolor parece manifestarse en las proximidades de la articulación más que en esta.
Con frecuencia la causa de la disfunción temporomandibular es una combinación de tensión muscular y problemas anatómicos dentro de las articulaciones. A veces también interviene un componente psicológico. Los síntomas pueden aparecer al apretar y hacer rechinar los dientes (bruxismo), al sufrir enfermedades sistémicas (como la osteopenia o los trastornos óseos genéticos), a causa de infecciones, al sufrir lesiones, a causa de dientes desalineados o ausentes, o incluso al mascar chicle constantemente. Las causas específicas incluyen dolor y contractura muscular, afección interna de la articulación temporomandibular, artritis, anquilosis e hipermovilidad.
Tratamiento
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Uso de una férula o plano de alivio y analgésicos
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Fisioterapia
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En ciertas ocasiones, intervención quirúrgica
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Fármacos (como relajantes musculares o toxina botulínica)
El tratamiento varía de forma considerable según la causa. El tratamiento más común es la terapia con férula (también llamada plano de relajación) y los analgésicos, como los medicamentos antiinflamatorios no esteroidales (AINE), para aliviar el dolor.